Diversidad, equidad e inclusión
Género y diversidad en las organizaciones
Y la salud de una estrategia de diversidad adecuada se mide por la presencia de equipos heterogéneos en toda la estructura organizativa, no solo en la base, no solo hasta los mandos intermedios.
Beneficios de la diversidad en las organizaciones
Al hablar de diversidad en las organizaciones, debemos poner el foco en la cultura, es decir, en los valores y los comportamientos que observamos día a día.
Y en esos comportamientos detectar sesgos inconscientes y microexclusiones. Porque en general, cuando preguntamos a las personas cómo de diversa es su empresa, nos dicen que sí lo es. Pero cuando profundizamos con preguntas como las siguientes, vemos que no lo son.
Barreras a la diversidad
Y en el Comité Ejecutivo o Comité de dirección, ¿cuál es la composición? ¿Qué rol ocupan las mujeres?, ¿son roles ligados a la estrategia que marcan el rumbo de la compañía o son funciones de apoyo cómo el área financiera o de personas?
La diversidad no es ni más ni menos que la riqueza del capital humano. Es una palanca de innovación y de transformación que, junto con la digitalización, está atravesando la realidad de las organizaciones. Y esto, va a ser un tema clave para la supervivencia y crecimiento empresarial.
Hablamos de diversidad demográfica, es decir, género, edad, raza, diversidad de experiencia y diversidad cognitiva. En definitiva, buscamos Diversidad de Pensamiento que evita el Group think. Evitamos que nos pase como a este pobre hombre qué finalmente está contento porque todo el mundo piensa como él.Porque verdaderamente el objetivo es justo el contrario. Necesitamos tener personas en la mesa que reten las ideas, que busquen nuevas perspectivas que se cuestionen el status quo. De hecho, hay empresas que cuando tienen que tomar una decisión importante, si todo el mundo está de acuerdo a la primera, no la aceptan y pasa a ser cuestionada por otro equipo.
Gestión de la diversidad en las organizaciones
Mientras la diversidad es la suma de identidades que nos hacen únicos y singulares, la inclusión es la estrategia consciente que ponen en marcha las organizaciones para conseguir que todas las personas se sientan vistas y reconocidas en su diversidad, que aporten todo su talento y puedan lograr sentimiento de pertenencia a un proyecto compartido.
Se necesitan líderes valientes al servicio de sus equipos, comprometidos con la diversidad, que apuesten por el desarrollo de otros. Líderes dispuestos a trabajar el diálogo y la discusión desde la confianza y analizando puntos de vista diferentes.
Líderes que no sean testigos mudos de microexclusiones, que llamen la atención cuando haya interrupciones, que no permitan que algunas personas acaparen el tiempo o el espacio con tonos impositivos, que animen a expresar su opinión a aquellas voces que suelen ser menos oídas…
Es difícil, es más incómodo, pero da mejores resultados
Normalmente nos vinculamos con otros por la afinidad pero crecemos desde la diferencia y la diversidad.
Equidad y justicia en las organizaciones
Y por último, tenemos que hablar de la Equidad, qué es distinto a igualdad.
La imagen de la derecha es un ejemplo de igualdad. La misma altura de escalera para los 3 trabajadores y quien tenga altura para llegar al árbol podrá tener éxito. Pero, ¿no podríamos ayudar a las 2 personas que no tienen altura suficiente para que puedan llevar a cabo el trabajo y demostrar?
Claro que podríamos, en este caso, muy simple, proporcionando escaleras de la altura adecuada para cada trabajador. Mientras la igualdad sería ponerles el mismo escalón a las 3 personas independientemente de su altura, la equidad es crear las condiciones para que todas las personas tengan un acceso justo, tengan oportunidades y puedan tener la posibilidad de crecer, de demostrar. Y esto es posible, pero requiere que quienes toman las decisiones piensen más allá del requisito inicial (en este caso la altura) y busquen cómo pueden dar oportunidad a personas que a priori están menos favorecidas pero que finalmente van a dar diversidad y riqueza al equipo.
Porque se habla de mucho de mérito o de meritocracia, pero las personas, para poder demostrar, para que les podamos atribuir ese mérito, primero han necesitado que alguien les diera la oportunidad.