
Libro Aquí no hay reglas
¿Es aplicable a nuestras empresas y con nuestra cultura?
No tenía muchas esperanzas puestas en un libro sobre la cultura de Netflix pero hay una serie de conceptos que, adaptados a la realidad de cada empresa, pueden ser muy interesantes.
1. Crear entornos de alta densidad de talento
Gestionar bien a la gente es difícil y requiere mucho esfuerzo. Hacerlo con personas de rendimiento justo o que no están ubicadas en el puesto adecuado, es más difícil y exige tiempo.
Manteniendo una empresa pequeña y unos equipos con pocos miembros, los managers tienen a menos personas a las que gestionar y, pueden hacerlo mejor. Cuando esos equipos pequeños están formados tan solo por personas con un rendimiento excepcional, la gestión es más simple, se hace mejor y todo el equipo trabaja con más rapidez.
Un entorno de alta densidad de talento ayuda a desarrollar más talento y ofrece un alto rendimiento. La gente se cuestiona mutuamente y entabla discusiones que ayuda a que todos aprendan y el trabajo sea excelente y con mucha rapidez.
2. Dirigir con contexto en lugar de control
Eliminar Controles y crear la cultura de “la libertad y la responsabilidad” siempre desde el entendimiento del Contexto.
3. Fomentar la sinceridad
Crear un entorno de «seguridad psicológica». Para fomentar la innovación, es necesario desarrollar un entorno en el que la gente se sienta segura para soñar, expresar sus opiniones y correr riesgos. Cuanto más seguro sea el ambiente, más innovación se creará.
Las personas con talento tienen mucho que aprender unos de otros. Pero los protocolos habituales de cortesía a menudo les impiden expresar las críticas necesarias para llevar el rendimiento a otro nivel. Cuando los trabajadores con talento desarrollan el hábito de compartir críticas, todos mejoran en su labor a la vez que son implícitamente responsables unos de otros, lo cual reduce aún más la necesidad de controles tradicionales.
Esto incluye la transparencia en la información. Cuantas más personas de todos los niveles comprendan la estrategia, la situación económica y el contexto diario de lo que está sucediendo, mejor tomarán decisiones fundamentadas sin implicar a quienes se hallan en los niveles superiores de la jerarquía.
Cuando se empieza a desarrollar este tipo de cultura aflora un ciclo virtuoso. Eliminar controles genera una cultura de «la libertad y la responsabilidad» que atrae a grandes talentos y posibilita suprimir más controles todavía. Todo esto propicia un grado elevadísimo de rapidez e innovación. Pero es imposible llegar a este nivel de una tacada. Es un proceso progresivo